ONOMATOPEYA MORRISSEY´S




Era invierno, acababa de tragarse seis capítulos seguidos de una de las cinco series que seguía cada semana, se recostó en el sofá y se dio cuenta de que tenía menos vida que el primer muerto de  “walking dead”.

Cogió el móvil y escribió -¿Partido + birras esta noche?- Copió y pegó el mensaje entre los seis contactos solteros masculinos de su agenda. Como era de esperar contestó Alex, - ¿Sitio y hora?  - Morrissey´s a las 20:00.

Esa noche jugaba el Osasuna y el Málaga, así que quizás podría matar tres pájaros de un tiro: cerveza, partido y a ser posible alguna palomita. La última vez le había dejado tan mal sabor de boca al despertar a la mañana siguiente, que no se atrevía a combinar esos tres elementos de nuevo a la ligera.

-¿Cómo te va tío? -ahí como siempre -mira vamos a pillar esa esquina -deja ésta la pago yo. (crainc crainc, crujir de frutos secos rancios). -¿Echamos un piti? -¡hostia puta que frío hace!, se le quitan a uno las ganas de seguir con los vicios callejeros. (fiuh, apurar calada final ).

-Esas pavas nos han quitado el sitio -mira perdona, esas dos cervezas son nuestras, estábamos ahí sentados y hemos salido un segundo. (ceja perfilada levantada y sonrisa de lado, ha unido dos emoticonos del whatsapp en uno). -Hay mas barra, buscaros la vida, ahora estamos nosotras. (ñic, rechinar de dientes). -Mira tío pasa, coge las birras y vamos a pillarnos otro sitio -me toca las narices, desde ahí veíamos perfectamente la pantalla, luego hablan de igualdad.

No me estoy enterando de nada de la retransmisión del partido, tengo a la usurpadora de barras justo enfrente de mí. (arf arf, coger aire). No puedo parar de mirarla, tiene la altanería de quien sabe que tiene algo que supera lo permitido por las leyes de la naturaleza y encima no para de reírse con la sonrisa más repugnantemente increíble que he visto en mi vida.  Bajo el verde de sus ojos de gata, el gris que depara a las damas de noche le da un aire entre lánguido y pecaminoso. (Thmp thmp, palpitar del corazón). Deseando estoy que vuelva a darle otro buche a la cerveza  con ese aire salvaje y se le quede esa lujuria que tiene de boca llena de espuma.

-¡Que le den al partido! -¿a dónde vas tío? -a hablar con la que nos ha quitado nuestro trozo de barra -¿pero todavía estás con esas?, no ves que esa colega no es de “tocomer” como le digas algo “te mete”. (trhhhh, arrastrar pata del banquillo).

-Hola, soy al que le quitaste el sitio antes -¿qué quieres que te quite el que tienes ahora? (emoticono diablo morado del whatsapp), (emoticono dedo corazón levantado del whatsapp). Tormenta de espadas, touché x  = fulminado, me has ganado con un solo “clin clin” de pestañas. (glup, tragar saliva).

 -¿Qué le has dicho a la colega?  – nada, que por quitarnos el sitio nos tenían que invitar a las birras que nos tomemos esta noche -¡no jodas tío! ¿ y qué te ha dicho? ( glupm, tragar saliva sin que se note) -Pues que sí, que vale  -Tío eres un crack, por favor pónganos dos más pero de las de importación, ¡y sirva otra ronda a aquellas chicas de la barra, ya que invitan ellas! Jo jo jo, ¡hostia que barata nos va a salir la juerga! (glupuc, tragar saliva sin poder tragar). -¿Nos vamos ya tío?, estoy hecho trizas, ya sabes los viernes  -“tustaschalao”, a mí no me ha invitado una pava a barra libre de birras en mi vida, éste de aquí no se mueve ni con salfumant. (uph, respiración entrecortada y opresión en el pecho).

(clac clac, tacones cercanos).

 -¡shuuu! Chaval  -¿yo? –sí tú, me piro y vengo a pedirte una cosa, devolverte y darte otras. (tutum tutum, salirse el corazón por la boca) -Te pido disculpas pero es que he tenido un mal día, no lo justifica pero me salió así, te devuelvo tu cacho de barra y te doy…¡mi teléfono!, por si te apetece un café uno de estos días.

(silencio) (miradas) (tumtum), (silencio) (miradas) (tumtum), (silencio) (miradas) (tumtum).

(cruishh,  guardar papel en el bolsillo). Se marcha, antes de salir por la puerta se vuelve y me  mira, me regala una sonrisa con una dulzura desempolvada de siglos con la solera mas embriagadora que se pueda imaginar. Le sonrío y la comisura de mis labios quiere dar una vuelta completa a mi cabeza, pero tiembla, como mis piernas, y no me deja elevarla los 360 grados que desearía. Estás jodido chaval, te has quedado totalmente pillado.

(fuuuuuuu resopla a 201 km/h el huracán ELLA que tengo dentro y no cesa hasta que me tumbo en la cama con el papel de su número en la palma de mi mano y escribo en spotify: Mark Knopfler- Darling Pretty

Cierro los ojos y antes de quedarme dormido me sale un suspiro que no acierto a traducirles, onomatopéyicamente hablando.



Imagen: Jack Vettriano



Comentarios

Unknown ha dicho que…
Muy chulo!!!